El Banco del Tiempo de Parla cumple tres años duplicando su número de usuarios

Ser socio es gratuito y puede formalizarse en el centro de salud Isabel II

04/11/2013 00:00

El Banco del Tiempo de Parla ha celebrado en octubre su tercer cumpleaños y lo ha hecho con cifras que muestran el éxito de este servicio municipal impulsado desde el Área Social del Ayuntamiento. “En estos tiempos difíciles, muchos ciudadanos pueden conseguir los servicios que necesitan gracias al intercambio de favores, que es lo que mejor define al Banco del Tiempo”, explica la concejala del Área, María Antonia González. Así, en el último año, se ha doblado el número de socios inscritos, que alcanza ya los 90.

El Banco del Tiempo comenzó a funcionar en octubre de 2010 con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos ofreciéndoles espacio y asesoramiento para intercambiar servicios o actividades. Para ello, los interesados deben formalizar su solicitud de socios, de forma gratuita, en la oficina municipal del Banco del Tiempo, que se encuentra en la sala 39 de la primera planta del Centro de Salud Isabel II.

Tras hacerlo, los socios pueden ofrecer la ayuda que prestarán a otras personas a cambio de otro servicio o actividad. La unidad de medida para la realización de las tareas es de 1 hora. “Las experiencias de intercambio están enfocadas, en estos tiempo difíciles en los que hay muchas personas que necesitan trabajos o servicios que no pueden pagar, a cubrir necesidades a cambio de otro servicio. Para ello, se valoran en la misma proporción el servicio que se solicita y el que se va a prestar”, cuenta la edil.

En estos tres años de vida, el Banco del Tiempo ha registrado más de dos centenares de intercambios -112 en el último año- y cuenta con 90 socios, cifra que se ha duplicado en el último año, dado que en octubre de 2012 tenía 43 inscritos. Entre los servicios más demandados, según la concejala, destacan “reparaciones domésticas, fontanería, electricidad, pequeñas obras de albañilería, tareas domésticas como costura, enseñanza de idiomas e informática, ayuda a mayores o discapacitados o masajes”.

Los socios se reúnen mensualmente, ya que este servicio municipal, además de su utilidad práctica, promueve valores positivos y mejora la convivencia, la participación y la interculturalidad, creando espacios de encuentro que desarrollan vínculos afectivos entre los vecinos de la localidad.

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