El Ayuntamiento vuelve a concentrarse en repulsa contra la violencia de género, esta vez, ante la tragedia de Yecla (Murcia), donde un albañil ha asesinado a su mujer y sus dos hijos, de 9 y 6 años y el asesinato de otra mujer en Ciempozuelos
La concejalía de la Mujer ha vuelto a concentrarse esta mañana. La tragedia que ha promovido esta nueva concentración tiene como protagonista a una familia residente en la localidad murciana de Yecla y a una mujer, que murió presuntamente degollada por su pareja el sábdo, día 12. El viernes, día 11, un albañil de 40 años, mató a su mujer y sus 2 hijos, de 9 y 6 años, y después se suicidó. El parricida utilizó un cuchillo de grandes dimensiones para acabar con la vida de su mujer y sus dos hijos y después llamó a la Policía para alertar de los crímenes. Cuando los agentes llegaron a la vivienda se voló la cabeza con una escopeta. Tras este tremendo suceso ya son 30 las mujeres que han perdido la vida a manos de su pareja o ex pareja y seis los menores víctimas de la violencia familiar.
14/07/2008 00:00
Minutos antes de las nueve y media de la mañana un hombre de unos cuarenta años de edad y que al parecer estaba atravesando una difícil situación económica, llamó a la Policía para informar de que había matado a su mujer y a sus dos hijos y que iba a suicidarse. Los agentes se desplazaron hasta el lugar de los hechos, una vivienda situada en la calle Rambla, en las inmediaciones del polígono industrial de Las Teresas y, en su presencia, el parricida cumplió su amenaza y, haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes, se quitó la vida disparándose en la cabeza con una escopeta. Según Europa Press, para Helmert, un vecino del número 2 de la calle Acacias -donde residía la mujer y donde falleció- que fue testigo de la trágica escena relató que al parecer la chica llegó del trabajo y él la estaba esperando. "Todo estaba anunciado", dijo. Al escuchar los gritos Helmert se asomó al rellano y se encontró a Gaby "tirada en el suelo en un charco de sangre", mientras su madre trataba de socorrerla, ya que fue en la misma puerta de su vivienda donde la agredida recibió las siete puñaladas mortales."Ayúdenme, que la han matado", fueron los gritos que escucharon Juan y su familia, vecinos del edificio de enfrente, mientras estaban cenando -en torno a las diez de la noche-. De hecho, al asomarse a la ventana, uno de los hijos vio que "el hombre -supuesto agresor- salió corriendo con una bolsa negra".
Los agentes avisaron a la Unidad Médica de Emergencias (UME), cuyo personal sanitario no pudo más que certificar la muerte de las cuatro personas. Tras el examen inicial de los cuerpos y de la escena del crimen, los agentes constataron que para matar a su esposa y sus dos hijos no utilizó la escopeta, sino un cuchillo de grandes dimensiones. Según una información de la Cadena Ser recogida por otr/press, el asesino dejó una nota escrita cuyo contenido no ha trascendido.
En marzo del 2007 Yecla fue el escenario de otro parricidio. Un joven de 29 años mató a su padre e hirió a su madre en el domicilio familiar tras sufrir un brote psicótico. El presunto asesino se autolesionó "con la intención de quitarse la vida", según dijo el hospital, pero no lo logró.
Por otro lado, el sábado, día 12, una mujer de 37 años también fue presuntamente degollada por su pareja, con el que que había cortado la relación con su pareja pocas semanas antes. María José Sanz Treceño, la mujer de 37 años que murió el pasado sábado degollada en Ciempozuelos, había cortado la relación con su presunto agresor hace dos o tres semanas, según fuentes municipales. Según las mismas fuentes, un vecino alertó sobre las 13.00 horas de que algo había ocurrido en el interior de una tienda de ultramarinos situada en el número 18 de la plaza de Ventura Rodríguez, un negocio familiar que lleva abierto desde el mes de abril o mayo.
Además, de manifestar la enérgica repulsa contra la violencia contra las mujeres, la corporación municipal se comprometió a apoyar a las organizaciones sociales que defienden la igualad y específicamente a las mujeres que trabajan con víctimas de la violencia de género; continuar poniendo en marcha programas educativos y campañas donde los hombres sean una herramienta más para erradicar esta violencia e impulsará programas específicos para abordar la situación de las mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad en la ciudad; colaborar con la Comunidad de Madrid y el Gobierno central para poner a disposición de las mujeres víctimas todos los recursos que necesiten, al tiempo que solicitar a ambas administraciones que aumenten las partidas que transfieren a las corporaciones locales para aumentar las actuaciones contra la violencia de género, en desarrollo de las actuaciones recogidas en la ley 3/2004.
Entre los acuerdos, también se encuentra pedir al gobierno regional que promueva planes de igualdad en los centros educativos y que se contemple la violencia de género como un problema grave de Salud Pública dentro de los Planes de Salud.