El Ayuntamiento de Parla termina el estudio de casi 2.000 árboles de la ciudad para minimizar el riesgo de caídas
Gracias a una innovadora técnica se ha diagnosticado que 960 árboles deberán ser tratados y 315 talados, aunque todos ellos serán repuestos
23/06/2016 12:28
El Ayuntamiento de Parla ha realizado desde principios de este año una importante labor de inspección del arbolado de la ciudad. El estudio, a cargo de la empresa Sorigué (una de las empresas de mantenimiento del arbolado del Consistorio, junto a Athisa y Licuas) se ha realizado especialmente en colegios, además de otras zonas verdes y viarios de la localidad. En total, en esta primera fase este diagnóstico ha abarcado 1.897 árboles, de los cuales 960 tienen que ser tratados, mientras que 315 de ellos deberán ser talados, por presentar algún tipo de riesgo. En cualquier caso, todos ellos serán repuestos y sustituidos por otros ejemplares.
A lo largo de estos meses, la empresa Sorigué, junto a especialistas en arbolado de Tecnigral, han utilizado para su evaluación un innovador instrumental, que ha permitido conocer el estado de salud de los árboles de nuestra ciudad como si de una “analítica” se tratara. El objetivo último ha sido determinar la propuesta de actuación más adecuada para que cada uno de los árboles minimice su riesgo hasta niveles aceptables y seguros.
Primeras zonas inspeccionadas: centro y sureste
El estudio de riesgo se ha realizado en la zona Centro (zona delimitada por la Casa de la Cultura, calle San Roque y calle Carlos V), y sureste (barrios de Las Américas y Prynconsa). Además, se ha puesto especial atención en los colegios Ciudad de Mérida, Ciudad de Parla, Magerit, Luis Vives, Séneca, Miguel Délibes, Rosa Luxemburgo y Centro de Educación Especial María Montessori.
La concejala de Sostenibilidad y Medio Ambiente, María Jesús Fúnez, ha explicado que “este estudio se ha llevado a cabo en una primera fase, pero la idea del Ayuntamiento es llegar al resto de zonas del municipio, principalmente en todos los centros escolares, que es el lugar que más nos preocupa. El arbolado es muy antiguo y hay que evitar todo riesgo posible”.
Según el estudio, en las zonas inspeccionadas, algunas de las más antiguas del municipio, existe una proporción importante de arbolado envejecido y con problemas estructurales. Son alineaciones fundamentales formadas por olmos y en menor representación acacias, chopos y moreras, en las que predomina el arbolado maduro y viejo.
El estudio del arbolado
El municipio de Parla presenta una tipología de arbolado muy variada, atendiendo a su ubicación, desarrollo y edad. A lo largo de estos meses la empresa ha realizado su estudio en 1.897 árboles, valorando los defectos que algunos de ellos presentaban y que entrañaban la posibilidad de un riesgo real de fractura del tronco y/o ramas, tras conocer el estado interno de la madera de los árboles.
El estudio del arbolado de Parla se ha hecho público en una presentación en la que la empresa Sorigué ha expuesto los resultados. En el acto estuvo presente la concejala de Sostenibilidad y Medio Ambiente, María Jesús Fúnez, acompañada por José María Lores, de Sorigué, junto a los técnicos Samuel Fernández y Flor Torrijos, y de Enrique Ariza, de Tecnigral.
315 árboles serán talados, pero serán repuestos
De los 1.897 árboles revisados pie a pie, 960 han sido seleccionados para un análisis más detallado y un tratamiento, mientras que 315 de ellos serán talados por motivos de mal estado y por presentar riesgo de caída.
“Son árboles con un problema grave, que pueden crear un riesgo real de caída en un futuro inmediato y además están en zonas especialmente sensibles como centros escolares, próximos a fachadas o situados en espacios de alta afluencia. Las ramas pueden meterse en fachadas y el árbol podría caerse”, ha detallado la edil.
En cualquier caso, María Jesús Fúnez ha aclarado que “todo árbol que sea talado será repuesto y sustituido por otro árbol. Pero no en los mismos sitios, ya que algunos no estaban situados en las zonas más indicadas. Con lo que los situaremos en otras ubicaciones más adecuadas”.
Evaluación de riesgo del arbolado
Los técnicos han utilizado para su análisis instrumental muy innovador: un resistógrafo, un tomógráfo sónico y el Tree Radar. Con los equipos se ha podido comprobar la resistencia de la madera de los árboles, permitiendo detectar posibles deficiencias del arbolado.
Por un lado se ha utilizado la técnica del Resistógrafo, que es un método mecánico. El dispositivo tiene una aguja de penetración mediante la cual se proporciona una gráfica con la resistencia de la perforación y la fortaleza de la madera.
También se ha utilizado el tomógrafo sónico; perforando mínimamente la corteza se han colocado sensores a lo largo del árbol, que han permitido detectar el tamaño y la localización de zonas donde se ha podido determinar todos los defectos sin dañar el árbol. Por último, se ha utilizado el Tree Radar, un Georadar especializado en la detección de raíces, sin necesidad de levantar el terreno.
Minimizar los riesgos
La concejala de Sostenibilidad y Medio Ambiente, María Jesús Fúnez, ha explicado que este estudio era imprescindible para saber si nuestros árboles están sanos y tienen madera en buen estado.
La edil ha indicado que “el equipo de Gobierno entiende que la presencia de arbolado conlleva necesariamente asumir un cierto nivel de riesgo de caída, pero se debe trabajar en minimizar este riesgo y conseguir que su entorno sea un lugar seguro”.
Se llevará a cabo un Plan de Renovación y Gestión del Arbolado
Para finalizar, la empresa Sorigué tras el estudio realizado, ha indicado que el nivel de calidad desarrollado en el mantenimiento del arbolado se considera “alto”. Aún así, propone mejoras, por lo que se va a trabajar en base a estrategias de gestión: Desarrollo de un Plan Director del Arbolado, Elaboración de Planes de Renovación y Desarrollo de Planes de Gestión del Arbolado por Barrios. Todo ello, con el fin de potenciar la funcionalidad del arbolado, racionalizar actuaciones y optimizar resultados y recursos a medio plazo.