El Ayuntamiento de Parla sigue apostando por la integración de estudiantes expulsados

Por tercer año consecutivo, el Ayuntamiento de Parla –a través de las concejalías de Educación y Salud, y en colaboración con la Asociación Vértice- pone en marcha el Programa de Atención y Apoyo educativo, social y familiar a estudiantes expulsados de los IES.

09/12/2009 00:00

Se trata de un programa que el Ayuntamiento realiza pese a no tener competencias en materia de educación, con el fin de trabajar con los chavales para que se reincorporen a los centros educativos.

“Pusimos en marcha este programa en el año 2007, este año los talleres han comenzado en noviembre y seguimos manteniendo la norma de atender a un máximo de 14 alumnos a la vez. Por supuesto, la asistencia es voluntaria y se firma un acuerdo con las familias y con los chicos y chicas. El Ayuntamiento no tiene competencias en materia de educación, pero, gracias a la colaboración de la Asociación Vértice, podemos desarrollar este plan con magníficos resultados, ya que conseguimos que más de la mitad de los estudiantes con los que trabajamos en estos talleres para que no estén en la calle, dejen de ser absentistas” explica el concejal de Educación, Jesús López.

Los objetivos del programa son concienciar a los alumnos y alumnas de la importancia de asistir obligatoriamente a clase hasta los 16 años; además, sirve como cauce de orientación para los estudiantes que van a cumplir los 16 años y su incorporación a cursos de cualificación profesional y formación para el empleo; posibilita que algunos estudiantes vuelvan a los centros educativos; facilita el trabajo con las familias y los alumnos en Servicios Sociales; y supone una vía de referencia para que los centros trabajen en los casos de absentismo.

Además, se da solución a una preocupación constante de los centros educativos, de las familias, de las AMPAS y de asociaciones que trabajan con jóvenes en Parla, que es ofrecer a estos alumnos una alternativa los días que no pueden acudir a clase. De otro modo, en algunos casos, pasan las mañanas solos porque sus padres y madres están trabajando.

El taller sirve de espacio para que los chicos y chicas puedan realizar las tareas que les han asignado en el centro durante el período de expulsión y se les ofrece pautas para desarrollar habilidades sociales que les ayuden a recuperar la motivación para el estudio, les ayuden a rebajar el nivel de conflictividad en el aula y les prepararen para la vuelta al Instituto.

El proyecto se lleva a cabo en la Asociación Vértice, un espacio compartido por alumnos y alumnas de diferentes institutos, con los profesionales que les tratan, en un ámbito diferente al propio instituto del que han sido expulsados/as.

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