Cinco jóvenes de Parla escalarán el techo de Europa, el monte Elbrus, en Rusia

La concejalía de Deportes colabora en el viaje que cinco jóvenes de Parla, de 26 a 34 años de Parla van a iniciar el próximo 28 de junio, a la región rusa del Caúcaso, para escalar el pico más alto de Europa, el Monte Elbrus, de 5.642 metros. Jacobo Benítez, Daniel Pelegrina, Alberto Asenjo, Miriam García y Juan Carlos Lanas subirán al Elbrus tras un viaje de diez días, estructurado en dos partes. La primera, de cinco días, les servirá de aclimatación, y en los últimos cinco días realizarán la escalada.

23/06/2008 00:00

“El objetivo es subir al techo de Europa, hasta subir la cumbre del Elbrus, de más de 5.600 metros. Estamos metidos en el mundo de la montaña desde hace varios años. Hemos salido a Pirineos y los Alpes y el objetivo es subir al Elbrus, con una peculiaridad, subir desde abajo”, explica Daniel Pelegrina, uno de los cinco jóvenes parleños.


Los jóvenes se conocieron en el Club Alpino Bajo Cero de Parla hace seis años. Desde entonces, han realizado escaladas de hasta 3.000 metros, en Pirineos y los Alpes, como el Toubkal, el M’Goum, el Kilimanjaro o el Montblanc. Tras volver de los Alpes muy satisfechos el año pasado, se plantearon ir a Elbrus o a Sudamérica, y decidieron, finalmente, hacer el piso ruso. “Los cinco somos parleños. Contamos con el apoyo del Ayuntamiento de Parla y alguna empresa de la ciudad”, añade Daniel.


Los nativos llaman al monte Elbrus “la montaña sobre miles de montañas”. Situado en la República rusa de Kabardino-Balkaria, en el Caúcaso Central, constituye la cima más elevada de la cordillera del Caúcaso y de Europa. Su origen es volcánico, aunque se mantiene sin actividad. Posee la típica forma de volcán cónico, con laderas de aproximadamente 35-45 grados de altitud.


El gigante helado de dos cabezas es una montaña atípica porque sobresale más de mil metros de desnivel de cualquiera de las montañas que lo rodean y no tiene nada que ver con las elegantes y espectaculares crestas y aristas de las montañas vecinas, tónica general del Cáucaso central. De sus, aproximadamente, 23 glaciares y 144 Km² de superficie helada nacen los ríos Kuban y Baksan.


No es una montaña difícil , aunque el microclima que envuelve la montaña es significativo y, en muchas ocasiones, determinante para el acceso a su cumbre. El hecho de estar 1000 metros de desnivel por encima de cualquier montaña que lo rodea hace que sus pendientes estén continuamente batidas por fuertes vientos. Esto, junto a unas temperaturas propias de la zona ártica y una orientación sur con una fuerte insolación (vertiente de ruta clásica) provoca una continua transformación en el manto nivoso encontrando en algunas partes del recorrido placas de hielo cristalino que exige movimientos técnicos.

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